El KAMAZ Flex Futurum –propuesto por los diseñadores Elena Petrova y Konstantin Fedorov– es un concepto “0-Emisiones” impulsado por motores eléctricos alimentados por células de hidrógeno, y ha sido desarrollado para comportarse como un tren sobre el asfalto.
Aunque por ahora es sólo un ejercicio conceptual, el Flex Futurum –pensado para la cuarta década del siglo– propone una estructura telescópica que permite variar su longitud desde 7,50 hasta 20 metros, en función de la carga transportada. Las secciones móviles de la carrocería consisten en una membrana flexible accionada por un sistema de cables.
Pensando en una óptima performance operativa, el vehículo está equipado con todo lo necesario para proveer confort al conductor; la cabina incluye baño, cocina y otras comodidades; por supuesto, dispone además de la más avanzada electrónica aplicada.