Ford Motor Company investiga la influencia de los
colores en el interior y en el instrumental de sus vehículos, con el propósito
de mejorar la conexión emocional y experiencia de manejo. Los resultados de tales
investigaciones han influenciado el diseño de dos plataformas globales que se
presentarán en Sudamérica en 2012: Ranger y Ecosport.
El cerebro humano no ve el matiz: sólo reconoce luz.
En consecuencia, ciertas combinaciones de luz disparan enzimas que causan diversas
respuestas emocionales: estrés, calma o felicidad, entre otras. Así, el “azul
hielo” que ilumina el instrumental de los nuevos productos globales de Ford es
un matiz que ayuda a los conductores y pasajeros a mantenerse más alertas.
El Jefe de Diseño Técnico de Ford Mahendra
Dassanayake, explica: “Si el nivel de luz
azul es el correcto, se dispara una enzima llamada melatonina, que mantiene al
conductor en estado de alerta y atención.”
Matices de
amarillo estimulan partes del cerebro que provocan acciones decisivas y
lúcidas. En tanto, el verde afecta al sistema nervioso haciéndonos respirar
lenta y profundamente, ayudando al corazón a relajarse al disminuir la
producción de hormonas de estrés. Por su parte, el naranja indica extroversión
y optimismo, mientras que el azul es confiable y leal.
Los diseñadores
de Ford trabajan además con el brillo y reflejos sobre los diferentes
materiales y texturas del vehículo, para minimizar la tensión ocular del
conductor. Con estas propuestas de vanguardia, la marca del óvalo azul procura
un nuevo estándar en confort, seguridad y sofisticación. En Argentina, el
Fiesta Kinetic Design permite personalizar los colores del interior ofreciendo
una gama que incluye rojo, verde, azul, amarillo, blanco, violeta y celeste,
permitiendo a cada conductor elegir el color que desea.