El sector está en
emergencia: en junio, el transporte de mercaderías por carretera sufrió un
incremento de costos de 3,82%. El aumento acumula más de 15% el primer semestre
de 2018, y 34,3% desde julio del año pasado.
Sólo en
junio, los costos que afrontan las empresas de transporte terrestre de cargas
aumentaron casi 4%, con lo que
las subas en el primer semestre del año fueron de un peligroso 15,8%: la estabilidad y la
competitividad del sector penden de un hilo. Así lo arrojó el Índice de Costos
que elabora mensualmente la Federación Argentina de Entidades Empresarias del
Autotransporte de Cargas (FADEEAC). La suba desde julio de 2017 es de 34,3%.
Los costos
para transportar mercadería treparon 3,82% en junio, lo que se explica
principalmente a partir de un fuerte aumento del combustible —tras el virtual
congelamiento de mayo—, y casi al mismo tiempo por las fuertes variaciones en
rubros relacionados con el ajuste del tipo de cambio. Si se proyectan el 8% de
suba en los salarios para julio dado el Convenio Colectivo rubricado, y la
nueva suba del gas-oil estimada en torno a 6% ya efectivizada por las principales petroleras a partir del 1
de julio, el Índice treparía a 21%
entre enero y julio de 2018.
Con el
incremento de 4,4%, el gas-oil registra un aumento de 16,7% en el primer semestre, y 33,7% desde la desregulación del mercado de hidrocarburos en
octubre de 2017. Con el incremento de julio, la proyección para los primeros
siete meses del año podría alcanzar —o incluso superar— un 24%. Al mismo
tiempo, como consecuencia de la devaluación del peso, sale 12,7% más adquirir material rodante, y 9,2 %
más reparar los equipos. También se destacaron las fuertes subas en
Lubricantes (20,9%), Neumáticos (9,8%) y Seguros (5,8%).
El Costo
Financiero trepó 3,48%, mientras que no presentaron modificaciones el resto de
11 rubros analizados por el Departamento de Estudios Tributarios y Costos que elabora
el Índice de FADEEAC.
INFLACIÓN
del FLETE
Considerando
que los costos dibujan una curva ascendente en los últimos meses, puede
asegurarse que se registró un promedio
de 3 puntos de inflación del FLETE en el transcurso de 2018, en un marco
donde se prevén fuertes ajustes de costos en el conjunto de la cadena de
transporte y logística para la segunda parte del año. Esta situación convive
con una marcada desaceleración de la actividad.
Esta
dinámica alcista está asociada en buena medida a la desregulación del mercado
de hidrocarburos: desde su inicio el 1 de octubre pasado, el Índice de Costos
de Transporte aumentó 26%. Con las proyecciones de julio, alcanzaría una notoria suba de 31% en 10
meses, mientras el gas-oil llegaría a un preocupante 42%. Es decir, un
aumento promedio de 4% mensual
desde el esquema “desregulación-alineamiento
de precios internos del combustible con los internacionales”.
Por lo
tanto, para 2018 se proyecta una inflación del Flete muy por encima de la
registrada en 2017 (24%), con el agravante del congelamiento de la actividad,
que FADEEAC entiende debe ser declarada en emergencia, ya que además debe
lidiar con el constante peso fiscal que alcanza 40% de la tarifa final del Flete.