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CAFAS -CAMARA ARGENTINA de FABRICANTES de ACOPLADOS y SEMIRREMOLQUES-
Institución creada en 1978 en la que se reúne el 85% de la producción nacional.


Blog de la Industria de Remolques, Camiones, Utilitarios y Proveedores de la Industria y el Autotransporte de Carga en Argentina.

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Es HORA de VOLVER a CRECER

En el marco de una muy difícil situación, los fabricantes de acoplados y semirremolques con plantas fabriles radicadas en Argentina luchan por mantener los niveles de empleo y de producción, aunque las ventas han caído a la mitad. El sector, como todos los argentinos, necesita que el país vuelva al sendero del crecimiento genuino y sustentable. Para reflejar con precisión la realidad sectorial, EL REMOLQUE entrevistó a los titulares de algunas de esas fábricas.

La industria de acoplados y semirremolques pasa por un momento difícil. Con bajas importantes que rondan el 50%, tanto en las ventas como en la producción, el sector lucha por recuperarse de una crisis que llegó casi sin avisar, y puso fin a una etapa de gran desarrollo y crecimiento alcanzado en los últimos años por los distintos fabricantes del sector. Sin embargo, todos los referentes de esta industria coinciden en una idea: de la crisis se sale.

Con mucho esfuerzo, y pese a la pronunciada caída en la rentabilidad, ninguna de las empresas del sector decidió combatir este momento de incertidumbre con el despido de trabajadores. Porque la industria de acoplados y semirremolques confía en una recuperación que puede llegar en cualquier momento, y quieren estar preparados para cuando se presente el desafío de volver a producir. Saben que la reactivación está latente. Por esta razón, se tomaron medidas menos drásticas para atenuar los efectos de la crisis.

Estos son algunos de los recursos empleados por el sector durante estos meses de disminución en los índices de venta y producción de unidades:

• Reducción de los márgenes de ganancia para lograr mayor competitividad.
• Flexibilización de los planes de pagos para clientes.
• Se suprimieron las horas extras.
• Se intensificó el contacto con clientes.
• Disminución en el nivel de gastos.

Los principales referentes de la industria de acoplados y semirremolques coinciden en que el panorama es complicado, pero todos vislumbran una leve mejora para los meses que vienen. Los motivos de esta etapa difícil son atribuidos a tres situaciones concretas:

• La crisis internacional.
• El conflicto del campo con el gobierno.
• Los factores climáticos que afectaron la productividad del sector agropecuario.


Daniel Bonano, presidente de Metalúrgica Bonano, opinó al respecto: “Hasta que no se solucione definitivamente el conflicto con el campo, generador de trabajo genuino y de una industria importante vinculada directamente con la maquinaria agrícola y los acoplados y semirremolques, la actividad sectorial no va a mostrar incrementos en su producción. La crisis internacional también influyó, pero no le pegó de lleno a la Argentina”.

Los grandes interrogantes que se presentan en el marco de este contexto, son:

• ¿Cómo se sale de la crisis?
• ¿Qué medidas deberían implementarse para que el sector comience a reactivarse?
• ¿Hay soluciones a corto plazo?

Los fabricantes de acoplados y semirremolques propusieron diferentes alternativas que mejorarían la situación actual:

Para Antonio Trepat, titular de Acoplados Salto S.A., “Sería conveniente implementar líneas de crédito accesibles para los transportistas -nuestros clientes-, ya que están destinados a financiar actividades productivas.”

De acuerdo con Pablo Sola, responsable de Sola y Brusa S.A., es necesario recuperar la confianza: “Una medida posible es bajar algún impuesto temporalmente. En este momento, aunque se tengan las mejores herramientas de financiación, no hay necesidad de compra”.



Por otro lado, Néstor Roth, titular de Danés S.R.L., expresó: “Tenemos que lograr que la demanda aumente. Una alternativa sería que se cumpla la reglamentación que permite la fabricación de bi-trenes que permitan una carga de más de 45 toneladas. Así, con nuevos diseños, habría clientes que invertirían para adquirir unidades de transporte con mayor capacidad, para aumentar su rentabilidad. Es fundamental también contar con herramientas financieras accesibles para que el transportista pueda adquirir nuevas unidades”.

Orlando Castellani, presidente de Remolques Ombú, sugirió una serie de medidas que ayudarían al sector a recuperarse: “En primer lugar, la desgravación del impuesto a las ganancias a las inversiones de bienes de capital de origen nacional. También una nueva ley de ART que evite los dobles juicios. Que se extienda el Bono del 14% que el Estado nos entrega para disminuir en ese valor el precio de venta final. Con ese bono podemos pagar impuestos; pero vence en diciembre de este año, por eso pedimos la prórroga. Por último, sería acertada una regulación que limite el ingreso de productos provenientes de Brasil y China, para que lo importado no nos saque mercado y no quite mano de obra argentina. Necesitamos que haya entendimiento y articulación para defender el trabajo argentino; desde Brasil nos han apabullado con su producción”.

Ante la variedad de alternativas propuestas, los fabricantes de acoplados y semirremolques coinciden en que el campo tiene que volver a producir: es considerado el primer eslabón productivo del país. Si se reactiva el campo vuelven los créditos, el movimiento, la producción y con ello la demanda de remolques y acoplados.

Otra posibilidad que se plantea frente a la crisis es la de exportar, abrir el juego a otros mercados.

• ¿Esto ocurre actualmente?
• ¿La industria argentina de acoplados y semirremolques es competitiva?

De acuerdo con Antonio Trepat, “la exportación es siempre una posibilidad. Sin embargo, en el sector los costos internos hacen que sea muy difícil competir con el gigante que representa Brasil en este mercado”.

Juan Hermann, responsable de Metalúrgica Hermann S.R.L., coincide con Antonio Trepat y con los demás fabricantes de acoplados y semirremolques: “Exportamos de tres a cuatro unidades por mes a Uruguay, pero no es fácil. Brasil es un monstruo que tiene todos los mecanismos de exportación bien aceitados. En toda Latinoamérica, Brasil es líder”.

En este sentido, Daniel Bonano dio su punto de vista sobre la posición de Argentina en el mercado latinoamericano: “Estamos haciendo algunas operaciones con Perú, Paraguay, Uruguay y Colombia. Lo que vemos es que el dólar de exportación está muy bajo; perdimos competitividad. Además hay un importante aumento en dólares de los precios de materias primas en el mercado interno. Nos está costando exportar por un tema de precios.”

Por otro lado, Néstor Roth denunció una importante demora en la recuperación del IVA; demoras que llegan hasta los dos años. “Esta situación nos ahoga financieramente. La idea al exportar es tener una alternativa al mercado interno en el que actualmente hay muy poca demanda”, expresó.

Pablo Sola reflexionó sobre la posibilidad de exportar, dadas las condiciones actuales del país: “No estamos exportando. Es una alternativa, pero un poco compleja. Podríamos exportar a países limítrofes, pero ocurre que por lo general ellos están en la misma situación que Argentina. Cuando ellos están bien, nosotros también y no damos abasto con el mercado interno; por eso no podemos exportar. Cuando ellos no están bien, nosotros tampoco; entonces no exportamos. Brasil es la excepción, pero no podemos exportar por una cuestión de diferencias en las escalas. Cuando deciden comprar lo hacen en cantidades que no estamos en condiciones de abastecer.”

La crisis colocó a la industria de acoplados y semirremolques en una posición compleja. Sin embargo, hay una tenaz voluntad por parte de los principales referentes del sector en volver a producir, en alcanzar la tan ansiada reactivación.

Coinciden en que será difícil alcanzar los niveles productivos y de ventas de 2007 y 2008, pero perciben una leve recuperación en los meses que vienen. “Este año hay que pasarlo; el que viene será mejor”, es la frase que se repite entre los fabricantes de esta industria.

La gente va recuperando de a poco la confianza, y el sector pone sus ojos en la relación del campo con el gobierno, en la productividad del sector agropecuario y en el fin de una crisis que llegó de un modo inesperado. 

 











Tendencia

En el gráfico puede advertirse claramente que, desde el inicio del problema con el campo en abril de 2008, la tendencia declinante no logra revertirse. Por el contrario, se agudiza a partir de septiembre de ese año.